viernes, 5 de octubre de 2018

Semana34

Se realizan quiz de manipulación de alimentos y se realiza en la sala de informática la continuación del proyecto

Proyecto: Consumo de sustancias psicoactivas en jóvenes
Integrantes:
Sara Vargas Jiménez
Sara Vargas Arias
Juliana Pelaez
Maria Cristina Gaviria

Pregunta problematizadora
¿Por qué hoy en día hay tantos jóvenes consumidores de sustancias psicoactivas?

Objetivos
  • Identificar como las sustancias psicoactivas pueden afectar la salud de los jóvenes y prevenir a estudiantes y jóvenes que lo hagan.
  • Realizar encuestas y campañas para los jóvenes para así identificar y concientizar de la gran problemática que es el consumo de sustancias psicoactivas

Encuestas consumo de drogas:
https://docs.google.com/forms/d/1ya97CErGgSiQsgmzNFe_7fWM3qR8EY5kXc-6FZ4pOCo/edit

¿Por qué los jóvenes consumen drogas?
Todas las drogas que producen adicción tienen la característica en común de liberar dopamina, un neurotransmisor que, al estimular el sistema nervioso central, provoca alegría, desinhibición y, en algunos casos, falta de cansancio y una mayor facilidad para concentrarse
El uso continuado de drogas produce cambios en el estado de ánimo; las personas sufren tristeza, desmotivación y falta de energía; pierden el interés en actividades que antes les agradaban, dejan de asearse y duermen mucho tiempo. Hay cambios en su conducta, se vuelven irritables y poco tolerantes a la frustración”. 
Estas modificaciones en el comportamiento, tienen como trasfondo una alteración en el equilibro de los neurotransmisores, moléculas que transportan la información entre las neuronas y provocan la estimulación o la inhibición de diversas áreas del cerebro que regulan nuestro comportamiento.       En general, la presencia continua de dopamina en el organismo provoca que las personas se vuelvan dependientes de ella. “Después de determinado tiempo, las sustancias, sobre todo el alcohol y el tabaco, producen algo que se conoce como síndrome de abstinencia. El cuerpo tiene una serie de manifestaciones físicas que van desde temblor, taquicardia y sudoración de las manos, hasta una fuerte necesidad de consumir”. .

Prevenir y tratar el abuso de las drogas


El abuso de las drogas puede ser una experiencia dolorosa, tanto para la persona que las consume como para sus familiares y amigos, quienes pueden sentirse impotentes frente a la enfermedad. Pero si sabe o sospecha que alguien cercano tiene un problema con las drogas, hay cosas que puede hacer para ayudarlo.

Las personas son particularmente vulnerables a consumir drogas cuando pasan por momentos de transición importantes en la vida. En los adultos, esto podría darse durante un divorcio o luego de perder un empleo. En los niños y adolescentes, podría ser al cambiar de escuela o por otros cambios importantes en sus vidas.
Los años de la adolescencia son una época decisiva para prevenir el abuso de las drogas. Probar las drogas durante la adolescencia aumenta la probabilidad de desarrollar problemas de consumo de sustancias. Cuanta menos edad tenga al momento de consumir por primera vez, mayor será el riesgo de volverse adicto más adelante. Pero la adicción también es cosa de adultos. Los adultos corren más riesgo de volverse adictos cuando comienzan a tomar analgésicos de venta bajo receta luego de una cirugía o debido a un problema de dolor crónico. Las personas con antecedentes de adicción deben tener especial cuidado con los analgésicos opioides y asegurarse de informar al médico sobre su consumo de drogas en el pasado.

8 pautas para prevenir el consumo de drogas en adolescentes

1. Informar
A pesar de que en la actualidad existen numerosas campañas llevadas a cabo por las instituciones y centros educativos en las que se trata de informar a los más jóvenes acerca de los riesgos del consumo de drogas, como familiares y personas con adolescentes a nuestro alrededor nos convertimos también en agentes directos de prevención.
Esto significa que no tenemos por qué esperar a que los adolescentes reciban información acerca de las drogas desde el exterior, nosotros mismos podemos informarnos bien y transmitir esa información, puesto que el hecho de que sea alguien cercano y de confianza quien la transmita también puede resultar positivo.

2. Desarrollar sus habilidades sociales 

En una gran cantidad de casos, los adolescentes se inician en mundo de las drogas porque alguien de su propio grupo de amistad se las ofrece. En estos casos la falta de habilidades sociales, así como una escasa educación emocional y de técnicas asertivas provocan que, junto al temor a ser rechazado, el adolescente acepte el consumo.

Sabiendo esto, la educación en habilidades sociales que permitan a los jóvenes decir “no” sin ningún tipo de temor son fundamentales para prevenir que estos se inicien en el consumo.

3. Fomentar el desarrollo de una autoestima positiva

Si al miedo de no encajar unimos que una gran parte de los adolescentes no tienen una autoestima suficientemente alta o no se sienten lo suficientemente seguros consigo mismos, encontraremos en estos rasgos un factor de riesgo muy importante para el consumo de drogas Por lo tanto, ayudar al desarrollo de una autoestima alta que les aporte seguridad en si mismos, será también de gran relevancia a la hora de evitar que los jóvenes recurran a las drogas como forma para sentirse mejor con ellos mismos.

4. Desarrollar el sentido crítico

Un adolescente bien informado y con la seguridad suficiente, será mucho más capaz de desarrollar un sentido crítico frente al consumo de drogas. Si conseguimos que el joven juzgue a las drogas tal y como son, como tanto para la integridad física, como psicológica y social, haremos posible que este consiga negarse al consumo de cualquier tipo de estupefaciente o sustancia adictiva.

5. Favorecer el diálogo

Intentar hablar con los adolescentes, mostrar interés por sus preocupaciones, no juzgar y ganar su confianza, ayudará a que estos se sientan cómodos hablando con nosotros, nos cuenten sus problemas. De esta manera, nos será mucho más fácil ayudarlos a que los resuelvan positivamente y no tengan que recurrir a las drogas como una vía de escape o una forma de evitarlos u olvidarlos.

6. No intentar sobreprotegerlos

Aunque esta sobreprotección no sea más que un reflejo de la preocupación que los padres o conocidos sienten acerca de los hábitos de los más jóvenes, estas conductas tienden a ser contraproducentes.
Los jóvenes deben percibir en los padres, familiares o tutores una actitud de aceptación, un lugar al que recurrir cuando de sienten mal o angustiados y, para ello, deberemos transmitir que estamos abiertos a ello pero sin resultar un agobio.

7. No ser autoritarios

Al inicio del artículo comentábamos que la adolescencia se caracteriza por ser una época de rebelión, en la que ir en contra de lo impuesto o establecido es casi una necesidad vital.
Por lo tanto, los estilos de educación autoritarios en la que los padres o tutores impongan su opinión o su manera de vivir de manera intransigente no resultarán para nada efectivos a la hora de evitar el consumo de drogas. En todo caso siempre es mejor recurrir al diálogo y al consenso.

8. Ser coherentes con nuestros actos

Para que el mensaje en contra de las drogas se transmita de la manera más efectiva posible, nuestra actitud en torno a ellas también ha ser estable y coherente.